Quiero ser niño otra vez

Voy a cumplir 14 el 4 de mayo. Así que hoy solo quiero plasmar mis emociones. Y te las vas a tener que tragar. Hasta mis años nunca me había pasado esto. Nunca había tenido estos ataques nostálgicos. Hace un par de meses, un sueño me atacó por la noche. Era un sueño de mi niñez. En él me encontraba a una vieja amiga de la infancia, de la cual no se desde hace ya muchos años. Hablábamos de cómo nos había ido la vida, y de los viajes al pasado a los que jugábamos en el patio. Y hoy me ha pasado algo parecido. Bajaba a la calle con un amigo. Yo llevaba una raqueta, tres pelotas y dos combas.
Él estaba en la carnicería (donde trabajan sus padres), mirando algo en el móvil. Le guardó al verme y fuimos al patio. Fue más o menos una hora después cuando nos separamos. Él se fue a casa y yo me fui a casa (vivimos muy cerca). Ahora estoy en mi habitación. Y llamadme loco, o infantil, pero me he dado cuenta de que quiero otra infancia.
Quiero reír más.
Quiero jugar más.
Quiero recuperar a esos amigos que tenía antes.
Quiero pasar del telediario.
Quiero correr.
Quiero romper las rodilleras del pantalón.
Quiero hacer la tarea en la mesa de la cocina.
Quiero tener moratones.
Quiero echarle azúcar al kiwi.
Y quiero comerme el yogur de una cucharada.
Echo de menos el antiguo piso. Encerrarme en el baño con una linterna y jugar a encenderla y apagarla. Cuando todo me divertía. Y viejo no soy, pero tengo que aceptar que eso acabó. Ahora me toca ser un chaval confuso y obsesionado con vivir como me toca a mis años. Pero no quiero.

Hoy le he pedido a mi amigo que le pregunte el Tuenti a mi vieja y perdida amiga (ya que él se la encuentra a veces). Y aunque no será lo mismo, recuperaré algo.
La vida es corta. Disfruta cada etapa.

La vida de mi padre

Esta es la historia de un tipo que en ciertos momentos de su vida, sintió que era inmortal. Y motivos tenía. Cuando con 14 años hubo un escape de gas en su casa y su hermano pequeño le espabiló a base de palmaditas en la mejilla más o menos fuertes, sobrevivió.
Cuando un par de años más tarde iba a trabajar (común en España a esa edad y en esa época) montado en una furgoneta con su padre, una curva les sorprendió yendo a bastante velocidad. Fue entonces cuando nuestro protagonista oyó de su padre: "Agárrate que esta no la damos". Esta frase profética fue la precursora de dos vueltas de campana a las que, sorprendentemente, sobrevivieron.
Fue otro día cuando fue al río a pescar truchas con un amigo y su padre. Se agarró a la rama mala (¿o tal vez malvada?), que no pudo con él y le dejó caer a un pozo salmonero de unos cuatro metros de profundidad. Casualmente, llevaba puesta la ropa del oficio: botas altas y pesadas. La remontada fue épica, teniendo en cuenta que el individuo apenas sabía nadar y que su calzado quería ahogarle. Pero sobrevivió.
Con 32 años, ya casado y con una hija pequeña, la muerte hizo su mejor jugada hasta el momento: la quemó media pierna (técnicamente el 13% del cuerpo) en el trabajo. Pero un mes de hospital, un año de baja y un injerto de piel pudieron salvarle, y sobrevivió.
Gaseado, accidentado, ahogado y quemado.
Es mucha suerte sobrevivir a eso. Lo que nuestro individuo no sabe ahora es si la "Crisis" va a poder con él, porque a los 51 años está en "Stand-by". Y después de salvarse de tantos accidentes naturales ve poco probable salir bien de su actual situación.

Lo cual le lleva a pensar que quizás no sea inmortal.

ACTUALIZACIÓN (12-5-2013)

Hoy nos acordamos de que el individuo también ha estado a punto de morir cayendo en bicicleta a una zanja y por una cornada de toro.

¿Cómo imaginábamos el año 2000 en el 1900?

Corría ya el año 1900 y a un francés sediento de futuro se le ocurrió imaginar el año 2000. Luego llegaron los móviles y el futuro se estancó.
(Pasa el cursor por las imágenes para encontrar anotaciones.)
 








Fuente

Ponerse una chaqueta

Hora de salir a la calle. Comienza mi pelea por el buen vestir.

Levanto la mirada y observo con atención a mi próximo contrincante. Se trata de una chaqueta color beige apagado, con cremallera, que finge ser de mi talla. Ella también me desafía con la mirada, tendida en la cama, desparramada con tranquilidad.

Me sorprendo luchando cara a cara con mi enemigo, y cuando me quiero dar cuenta, ya la tengo sobre los hombros. Aprovecho que está débil para hacer la maniobra para la que llevo tanto tiempo preparándome: mis dedos agarran las mangas de mi camisa, esquivando el reloj los de la mano izquierda, y hacen presión para no perderlas.

Arqueo la espalda y recorro la manga por dentro, con los brazos. Parece que la chaqueta se encoge con cada centímetro que avanzo, y quiere quedarse con la camisa. Paso así una terrible agonía, hasta que algo asoma por el otro lado. Es mi puño cerrado, sosteniendo por poquísimo un pico de la manga de la camisa. He ganado el combate. Puedo oír los vítores que proceden del armario de la ropa, y me veo en el espejo con la chaqueta puesta.

Justo entonces, una voz me sobresalta.

"¡Miguel!" Es mi madre. "¡No lleves chaqueta, que hace muy bueno!"

Codos sobre la mesa

Hoy he tenido una conversación sobre la educación con mi profesor de inglés. Él sostenía que si bien se puede mejorar, es necesario estudiar lo que se estudia. Yo soy contrario a esta opinión. Rescato una entrada de mi anterior blog para quejarme de la educación una vez más (y seguiré haciéndolo). Por cierto, las frases que escribo las redacto sin saber bien cómo se analizan (es decir, me sería inútil hacerlo).

1. ¿Para qué saber saber cuáles eran las causas del renacer de las ciudades a partir del siglo XII? Solo es una curiosidad propia de un libro.
2. ¿Para qué saber qué son las perífrasis verbales? Simplemente las utilizas al hablar.
3. ¿Para qué saber cómo sentimos el calor en la piel? Simplemente sabes que cuando vas a la playa debes echarte crema para no quemarte.
4. ¿Para qué saber cuándo nació el floorball? Sencillamente sabes que se juega dando a una pelota con un palo.

Nada de esto es útil para la vida, y si en algún momento se necesitara, es para trabajos ficticios, con beneficios ficticios y no reales, que no ayudan a crecer y mejorar a la sociedad, sino a llenar la cabeza de datos. Así lo veo yo desde 2º de la ESO.

Bueno, puede ser que se den polinomios para saturar la cabeza y que esto nos impida tener ideas creativas en el futuro.

Trabajos como historiador y filólogo son aquellos que ha creado la humanidad con el objetivo de que todos tengamos algo que hacer. ¿Por qué? Porque hace mucho tiempo se creó un sistema en el que tú trabajas haciendo cosas útiles que a otros no les apetece hacer y a cambio te daban algo llamado dinero, con el que tú podías adquirir comida sin necesidad de cazarla.

Todo esto se ha ido convirtiendo en necesidad, así que la vida se organizó así. En aquella época este sistema parecía fácil de mantener, conque todo el mundo le acogió con los brazos abiertos.

El problema es que ahora hay 7 millardos de personas en el mundo. Como no hay trabajo para todos, se inventaron ocupaciones como las que he dicho antes (perdón si me he enrollado). Este es el motivo por el que ahora hay que estudiarlo. Por tu propio bien.

Pues no voy a ser yo quien vaya a cambiarlo. Yo doy el primer paso, que es quejarme (se me da bien). El siguiente paso es determinar qué es realmente útil en la vida.

1. Deberían enseñar a coser. De poco te sirve el teorema de Pitágoras si se te sale un botón de la camisa.
2. Deberían enseñar a hacer reír. Si no se aprende desde la infancia, se puede acabar en una vida vacía.
3. Deberían enseñar a auto gestionarse el tiempo que se pasa delante de una pantalla y de las redes sociales, lo que en el futuro será necesario.
4. Deberían enseñar a desarrollar la imaginación, pero no con talleres ni cosas inútiles. Dejad libres a los niños, dadles ánimo, un bolígrafo, unas pinturas y una hoja en blanco. De ahí saldrán grandes cosas.

Esa es mi opinión. Y si no, ahí están los países escandinavos, apenas con deberes, con más excursiones, tiempo libre, menos clases, y sin fracaso escolar. Al contrario.

Con ñ de España

La eñe es la decimoquinta letra del alfabeto español, y la duodécima consonante. Cualquiera que la maneje sabrá que tiene un sonido pegajoso, y cualquiera diría también que es una letra normal, sin valor, igual que las otras. Pero eso es porque no conocen su historia. En el teclado, se encuentra a un lado, debajo de la P y escoltada por la L y el punto. Escoltada de sus acosadores ingleses, letras como la W y la X, que lanzan miradas de "tú qué pintas aquí" a la pobre letra, y separada de sus hermanas, M y N, que hacen como si no la conocieran.

Sufre acoso todos los días, y casi siempre en Internet. En las búsquedas, se disfraza de Ã±, y en los códigos HTML, de &ntilde.

Los idiomas anglosajones no saben de ella, y es complicado acceder a direcciones ".es" que la contienen. El propio diccionario del blog, que uso para escribir las entradas, no la reconoció, y se la tuve que añadir.

No lo entiendo. El castellano es un idioma bonito, llega el inglés y se gana la fama, con sus palabras resbalosas y rápidas. Seguiré estudiando Inglés, pero por obligación. Mezclo este tema un poco con España. Últimamente se ríen de nosotros, pero no saben de qué. Quienes lo hacen piensan que la política lo es todo en un país, pero se equivocan.

Un país es la mezcla de gente y cultura, lugares, palabras, idiomas, paisajes, y sí, la economía es una pequeña porción, pero muy pequeña.

Así que menos guasa, Merkel, que saldremos adelante con la Peseta o con el Euro. ¡Y además con una eñe!

Una flauta en el Mandala

La clase de inglés había terminado, y, tal como había prometido hace varias semanas, y sin el impedimento de la tarea (¡por fin!), acudí. Me adentré en el Barrio Covadonga, torrelaveguense como él solo, y accedí al nuevo local. ¿Puedo hacer publicidad? Hablamos del "Mandala Café Bar"

Me recibieron el olor del café por la noche y dos amigables sonrisas que me invitaron a pasar.

Pedí un café con leche y entré en la otra sala. Esta estaba invadida de cuadros y fotografías. Esperé hojeando una revista y observando la vela que había en mi mesa.

Y alrededor de las ocho y media empezó el ajetreo. Llegaron los músicos.

Una guitarra flamenca. Un cajón flamenco. Una violín. Un cantaor. Un bailaor loco.

Cuando entró gente y el ambiente estaba cargado, empezó a hablar la guitarra, con un llanto rítmico y melodioso. Sonaba como una cascada fina en verano, débil pero con un cauce constante.

Luego un marcado zapateo hizo que vibrara el aire, y entre improvisaciones y vasos de vino medio vacíos, transcurrió el tiempo. Luego me tocó a mí, pero claro, habiendo la competencia que había... poco pude hacer.

Toqué temblando como un papel a pesar de haber dado numerosas audiciones, porque ese público era más directo. Con violín, sin violín, con guitarra, con ambos instrumentos...

Culminé mi momento de protagonismo con un solo de notas sin aire y algún fallo rítmico. Pero no fue tan malo.

El público nos arropó con un cálido aplauso y volví a casa cerca de la medianoche, todavía con notas musicales resonando en mi cabeza.

Y al final, todos lo pasamos bien. Menos una que no apartó la vista de su móvil.

Esa seguro que no se enteró de nada.

¿Falso o verdadero?

Vamos a hacer un pequeño concurso. Pondré aquí unos cuantos mitos variados, que quizás hayas oído, y abajo pondré si es verdad... o no.
Vamos allá:

1.  Solo usamos un 10% de nuestro cerebro. 
2. Este es de madres: Con el pelo mojado o si estás poco abrigado coges un resfriado. 
3. Un pollo puede sobrevivir sin cabeza. 
4. Leer con poca luz daña los ojos (este va por una profesora con la que hablé de esto). 
5. La sopa de carne ayuda contra el resfriado. 
6. Hay que esperar 30 minutos después de comer para entrar al agua. 
7. El bostezo es contagioso. 

Ahí van las respuestas:

1: Falso. Si no usásemos el cerebro al 100%, la parte inutilizada moriría. Así que lo siento, esa es la inteligencia que nos ha tocado.
2: ¡Falso! Los resfriados son cosa de virus, no de temperatura. No obstante, un clima frío ayuda a que haya más.
3: Sí, si el corte solo afecta a los vasos secundarios y no se daña la masa encefálica (no aplicable a humanos, no lo intentes). Un ejemplo claro fue el pollo Mike.
4: Falso también. A lo mejor cuesta leer con poca luz, pero no tiene efectos a la larga.
5: Puede ayudar, sí, aunque no sirve como medicina.
6: Falso. Este es uno de los mitos más arraigados, pero no es cierto.
7: Verdadero. El bostezo se contagia debido a un instinto primitivo para mantener alerta a toda la tribu (el bostezo despierta, aunque no lo parezca).