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14/2/15

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Amores eternos

 Fuente

Esta mañana bajé a comprar el pan y al volver a casa, entrando en el portal, se me ocurrió mirar el correo. No me sorprendieron los montones de cartas del banco, que tanto nos quiere y nos cartea, sino algo que hasta entonces no había advertido: un discreto sobre al fondo del buzón, de color pastel y sin remitente. Un pegote de lacre lo sellaba. Lo miré de cerca y... ¿estaba perfumado? Sí, lo estaba.
Emocionado, he subido a casa con el pan bajo el brazo y a saltos. Ahora estoy en mi habitación, recordando que hoy es San Valentín y leyendo por quincuagésima vez el texto de la que ha sido la primera carta de amor que recibo en mi vida.
No acostumbro a contar por ahí mi vida amorosa, pero ha sido tan bonito...

"Para Miguel.
Te quiero. Es todo lo que puedo decir tras tantos años juntos. Tengo la dicha de verte cada día y cada noche, y a pesar de eso, no me canso de ti, y cada vez que te veo me da un vuelco el corazón, porque siento que esta relación es perfecta y nunca se terminará.
Gracias por cada caricia y por estar siempre cerca mío. Ya sabes que yo soy tu solución en las buenas y en las malas. Estoy deseando verte hoy, muy tarde...
Besos, 
La cama."

13/2/15

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Bolsillos y demás universos


En esta entrada quisiera rendir homenaje a los bolsillos. En un libro (un genial libro) que ahora estoy leyendo, se menciona el valor de una capa como prenda de vestir, como manta, refugio y paraguas. Y entre sus muchas ventajas, el protagonista destaca los muchos bolsillitos que la componen.
Yo soy un poco como ese personaje: me encantan los bolsillos, y no pasa desapercibido: cuatro bultos, a ambos lados de la chaqueta y el pantalón indican lugares donde almaceno kilos de pañuelos, papeles, bolis y hasta algún instrumento musical, desde un diapasón hasta una armónica.

Y es que no sabes cuando vas a necesitar algo, y no hay lugar más seguro que la intimidad, protección y calidez de un bolsillo para guardar algo. Incluso mis manos pueden entrar en ellos y sentirse protegidas del frío invernal.

Si alguien intenta obtener algo de uno, primero se encontrará con una barrera de pañuelos que le hará retirar la mano rápidamente.
Y es que un bolsillo es un universo propio, un escondite perfecto y un descanso para las manos. Y así como la bandolera o el bolso son fruto de robos y abandonos, su hermano pequeño es leal y no se separará de ti hasta morir con la ropa que le da sentido.

No uses bolsas de plástico. No contamines. Usa bolsillos. Por un mundo a mano.

9/2/15

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Decadencia lingüística









«el otro dia lei que un tercio de los españoles lee nunca o casi nuca". Es sencillamente deplorable el casi analfabetismo de la sociedad en la  que vivimos y lo tontos que son. Muy muy mal.
Si es que son todos unos incultos, por egemplo cometen muchas faltas ortográficas. Sin ir mas lejos, el otro día lei en un diario que el 75 % de los espanoles ya no escriben a mano, aunque si que valoran mas cuando una persona se molesta en hacerlo. La verdad son todos unos incultos y no se si voy a estar empezando a creer el informa pisa que dice que no entendemos lo que lemos o que escribimos y nos espresamos mal. La RAe ya esta tomando medidas ante esto. ¿Con mano dura? noooooo. Al contrario: ahora se pueden decir palabras como (y estos datos son de verdad) "almóndigas" "cocretas", y "murciégalo". Guion ya no lleva tilde y tampoco las palabras monosi´labas.
Con este panoranama, no me sorprenderia que.......»

Acabásemos leyendo algo así en un plazo de medio siglo.

Si has soportado y leído hasta aquí, felicidades. Eres un auténtico portento, o un ignorante que cree que eso de arriba es normal. Tanto creas que eres el mejor escritor o tanto te sientas identificado con el texto, escucha lo siguiente:

Educa a tus hijos. Hazles leer. Hazles escribir (a mano). Y no te olvides de leer, sí, tú, adulto. Tu cerebro corre el riesgo de atrofiarse sin remedio. De hecho, deberías estar leyendo un blog con contenidos más inteligentes y no esto, regentado por un chaval de la generación de la decadencia lingüística. No dejes que la lengua de Cervantes muera de dejadez. Por un mundo mejor.

Atte., 
La RÄehH.

8/2/15

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Al mal tiempo...

El patio de mi casa es particular y cuando llueve se moja como los demás. Faltaba más. Rima.Torrelavega no es precisamente un entorno climático privilegiado. De hecho, es la típica ciudad en la que te pasas todo el año esperando al verano, y cuando te quieres dar cuanto, el verano ya ha pasado y fue aquél día en el que no llovió y hubo 30 grados. Por tanto, todo torrelaveguense está preparado de forma especial para soportar el mal tiempo y poner, más que nunca, buena cara. Pero llegados al punto en el que ha llovido y tronado durante una semana entera, con cortes de luz, teléfono, emisoras caídas y canales televisivos cortados, llegando a nevar (un evento no visto aquí en el plazo de una década) las expectativas decaen y entramos en la primera fase del típico duelo: negación.



Cualquiera que esté en la calle durante estos días puede comprobar como cada tres segundos una cabeza aleatoria sale por una ventana (tranquilo, pegada a un cuello) para mirar al cielo con esperanza que más tarde se transforma en pesadumbre, para volver a entrar un rato en el calefaccionado hogar. Esto da pie a la ira.

"¿Por qué demonios tengo que vivir en este maldito valle acaparador de nubes y chubascos? ¿Por qué el universo se alía contra esta ciudad para crear un microclima que no deja entrar al verano? Y es más, ¿por qué tenemos que estar tan lejos del verano? ¡Febrero!"

Todo buen empleado del Mc´Donalds licenciado en psicología sabrá cuál es la siguiente fase, pero en esta villa no se siguen las leyes. Aquí no hay negociación más allá del nivel de los grandes directivos de nuestra fábrica ensombrecida por la corrupción. Así que nos pasamos los meses deprimidos, intentando aceptar nuestra suerte.

Pero yo soy, y lo digo modestamente, todo un visionario, y pienso: ¿acaso no es buena señal que haga malo? Al fin y al cabo, el mal tiempo precede al bueno, y es síntoma de que la cosa no puede ir peor. A partir de aquí todo es mejora y esto se confirma estos días en Torrelavega; solo está lloviendo.
Y es que cuando hace malo algo dentro de nosotros debería recordarnos que va a hacer bueno, y cuando hace bueno... ¡Bueno, ya lo hace!

Que cada uno saque la lectura que prefiera.