El análisis morfológico es una estafa.
¿Por qué? Porque no sirve para aclarar información sino para crear debate,
y en una teoría que teóricamente (valga la redundancia) sirve para clarificar
información, no se debe permitir que las dudas sean constantes.
Por ejemplo, analizando sustantivos, se supone que se puede delimitar si
son concretos o abstractos.
¿Qué es concreto? O más bien, ¿qué es abstracto, que sería su contrario? La
definición que más se oye es “aquello que no se puede percibir con los
sentidos”. Pero ¿quién decide cuándo yo considero que estoy dejando de percibir
algo por los sentidos? ¿Dónde está el límite? ¿Quién lo traza? Lo tendrá que
trazar cada uno, porque cada uno hace el uso que considera necesario de las
palabras, y es que las palabras no pertenecen a nadie: están al servicio del
hablante, que las utiliza como quiera. Teóricamente.
Pero en el análisis morfológico se saltan este pequeño detalle
completamente.
La palabra “amor”, por ejemplo, probablemente sería calificada por la
mayoría de lingüísticos como sustantivo abstracto. ¿Por qué? Porque “el amor no
le puedes percibir con ningún sentido”. Ni gusto, ni olfato, etcétera. En
realidad esa es también mi opinión. Pero pongámonos en el lugar del pobre
alumno que disida de esto y no pueda sino verse abocado al obedecimiento ciego
de la frase anteriormente entrecomillada. A partir de ahora voy a hablar como
si tu tuviera otra tesis, totalmente respetable (pero no respetada), ¿por qué
no?
En mi opinión, el amor no es sino sus manifestaciones: un ramo de rosas que
te regalen, que te lleven al cine, besarte con la chica… Todo eso son
sensaciones en las que tus sentidos reciben información. El amor, insisto, no
es para mí otra cosa sino eso.
Cuando analizas la palabra amor, estás olvidando que el concepto realmente
se refiere a otra cosa, que el amor por separado y como concepto no se pude analizar.
Calificarlo de “abstracto” es la forma que tenemos de ser unos vagos y no
molestarnos en examinar cada caso derivado del amor.
Calificarlo de “abstracto” es decir que “es un concepto abstracto” por no
decir que en realidad se refiere a muchas cosas, y por no delimitarlas según
nuestro propio gusto.
Por lo tanto, no se puede decir que sea abstracto porque, por ejemplo, para
mí el amor no es más que sus manifestaciones, y eso sí que se percibe por los
sentidos, porque si no existieran las cosas que sentimos derivadas del amor, no utilizaríamos la
palabra amor porque no existiría, ¡porque tampoco conoceríamos el amor, pues este no existiría!
Sin nuestros sentidos no existirían los sustantivos “abstractos”, pues su
utilidad es referirnos a aquellos conjuntos que agrupan sensaciones varias,
sensaciones derivadas de la misma idea.
¿Significa todo esto que he dicho que el amor es un sustantivo concreto?
Por supuesto que no. ¿Estás sorprendido por mi respuesta? Bienvenido al mundo
de la aceptación de ideas. Lo que para Pepito puede ser abstracto, puede ser
concreto para mí, o viceversa. Aún así, si queremos saber realmente si un
sustantivo es abstracto o concreto pero aún nos da miedo pensar completamente
por nosotros mismos, o tal vez queremos apoyarnos en la opinión de supuestos
expertos, no hay mejor forma que ir al diccionario, buscar la palabra, leer la
palabra amor y sacar nuestras propias conclusiones, no que te lo diga un
análisis morfológico, o como a mí me gusta llamarlo un análisis formológico, pues en él mueren las ideas y se conservan, disecados, los cimientos de
una interpretación de las palabras, y por tanto, del mundo, que se imponen
sobre el resto sin justificación posible.
Profesores de lengua: ¿no creéis que este texto es un ejercicio mejor para
vuestra asignatura que andar “analizando” palabras?
Miguel enhorabuena, eres genial. Futuro periodista.
ResponderEliminar¡Gracias, Pili! Perdona que haya pospuesto tanto la publicación de tu comentario, simplemente lo he ido dejando pasar.
EliminarNo es que no hayas acertado a comentar, es que todo comentario pasa un filtro antes de que yo deje que se publique. Así que para la próxima, ¡ya lo sabes! ;)
Bueno Miguel,..... ¡la hemos liado!!, ¡con lo bien que yo me lo sabía.... ahora me has hecho un "pequeño lío"!!. jajajjaja
ResponderEliminar¿Por qué no escribes un libro??. ¡Anímate! y.... en esos ratos "libres" (ejem.....) que tienes.....poquito a poco....
Tu tía preferida
Ah!, se me olvidaba, no entiendo las cartas al final.....
ResponderEliminarSota, caballo y rey, el autoritario mundo educativo.
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