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7/12/17

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Gracias, Libreta

Acabemos el año con algo ligerito.
Hace tres días, compré una libreta en la que apuntar todo lo que se pas(e)ara por mi materia gris. La idea era plasmar, de forma que se pudiera recordar tiempo después, mis pensamientos privados. Sin embargo, el principio de intimidad con el que compré esta agenda ha durado bien poco: creo que hay apuntes que son dignos de airear por este otro confesionario que es mi blog.






























 4.12.2017

[...] Empiezo a reírme de mi propia idea al comprar esta libreta: ¿cómo evitar que acabe siendo un diario [es que ya tengo uno]? Hm... Tal vez lo sea. [...]

Sigo buscando un eslogan perfecto para la vida. -> Odio que la gente hable como raro para que parezca que dicen algo ingenioso. -> Aunque aún odio más la hipocresía -> Y, sobre todo, el cinismo. [...]

Es triste que hayamos tenido la necesidad de inventar tantos adjetivos de cosas malas. [...]

No se si disfrutar de las preciosas decoraciones navideñas que hay en Oviedo o pensar que ese dinero podría ir a cosas sociales. Creo que me quedo con lo primero. Estoy muy hedonista últimamente, aunque cada vez me lo pongan más difícil. Esto significa que, para percibir más placer, tengo que aumentar exponencialmente el crecimiento de mi hedonismo, para no perder la batalla contra el crecimiento de los problemas. Descontextualizado, esto es un crecimiento del hedonismo titánico. Y me gusta.

5.12.2017

Cosas que estarían guapas:
Un sonido con volumen negativo.
Que Italia tuviera costa en el Atlántico.
Que me convalidaran el conser por ir al conser.
Un carrito de bebé con las ruedas de una silla de oficina.
Que las horas no se renovaran a 00:00 cada día y lleváramos contando desde el año 1: "Son las 12454079873^225:43".
[...]

Sería un detalle que pusieran bancos por las calles. Es eso o nacionalizar las terrazas. [...]

Hoy, después de cenar, he tenido un problema respecto al postre: me apetecía comer yogur, pero no me apetecía yogur. ¿Cómo permite esto la vida? Al final no tomé postre.

Me temo que esto al final va a ser un diario. [...]

6.12.2017

Es imposible perder el bus, ya que son los mismos conductores los encargados de traértelo. [...]

Necesito una gama de colores nuevos en mi espectro visual. Ya los tengo muy vistos. [...]

[Una vez en el autobús:]
En la ventanilla derecha veo, en realidad, el reflejo de la ventanilla izquierda. ¿Hasta qué punto he pagado por el asiento 3 y no por el 1? Al final, Alsa tiene la última palabra.
Solo la propia realidad es rigurosa.

Me miro en el reflejo de la ventanilla y sonrío. Nadie lo sabe. Me sonrío nuevamente por sentirme dueño y cómplice de este momento de intimidad: ¡incluso el paisaje debe pensar que le estoy sonriendo a él! [...]

[Tengo que v] [...]-estirme en Agosto con dos camisetas, dos camisas, dos polos, dos chaquetones, dos bufandas, una malla y un pantalón, dos calzoncillos, dos pares de calcetines y botas.

Ir a EEUU y perder documentación a posta al hacer escalas, gestiones, o cosas así, intentando que el viaje salga adelante a pesar de los "errores" intencionados. [Me gusta hacer cosas de auto-boicot puramente por las risas.]

En definitiva, que estoy enamorado de mi cuaderno. No hay color (pues la gama es muy limitada) respecto a escribir en dispositivos electrónicos. Como escribí ayer:

  • A ti no se te acaba la batería.
  • Siempre estás en Silencio total y Modo avión.
  • Tú no cansas la vista.
  • Tú no corriges mis palabras mientras escribo.
  • No te trabas.
  • No tienes anuncios.
  • No te hackean.
  • No se te borran los datos.
Gracias, Libreta.