Si dormir es morir
hasta el día siguiente,
despertar no es nacer:
despertar es volver
a meterse en la tumba.
Si vivir es creer,
aun a contracorriente,
el soñar es de pie:
el soñar es de día
y no en la penumbra.
Si despierto de un sueño,
o en mis sueños despierto,
no sé si eso es morir;
o si nazco o revivo
al principio del fin.
Mas si sueño que vivo,
no viviendo mi sueño
no estaré más despierto
por poner tanto empeño,
por creer que es más cierto.
Y si sueño que muero,
o si muero soñando,
¿qué más da todo eso?
Soy inmune a la muerte,
soy inmune a la vida,
sólo tengo el presente,
sólo atiendo a mi mente
y lo que ella decida.
No hay comentarios: