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31/8/13

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Y tu más


Estoy tan ilusionado con la idea de ser alcalde de mi ciudad en el futuro que, en mi gran ansia de aprender todo lo necesario, se me ocurrió ir al pleno. Ayer, Viernes a la una y diez, allí estaba yo, enfrente del Ayuntamiento de Torrelavega, con mi padre, más obligado que voluntario. Si mi emoción se salía por los oídos, había que ver la cara del policía al que le pregunté dónde era el pleno.
"Parece que no suelen ir chavales de 14 años", pensé.
Después de preguntar cual turista perdido encontré la sala. Asientos comodísimos, oye, los nuestros. Marrones y acolchados, parecían extirpados de un tren antiguo. Incluso parecían  mejores que los de los políticos, rojo brillante.
Tuve tiempo suficiente para analizarlos, ya que la puntualidad no parecía el fuerte de quienes iban llegando y se sentaban en los asientos rojos (formando un cuadrado), sacando el móvil para silenciarle.
1.15. Ya tenía que haber empezado, pero varios asientos seguían vacíos. Ricas pinturas decoraban las paredes de la sala, iluminadas por dos lámparas, unas treinta bombillas cada una.

Finalmente la cosa empezó. Los asientos de los "trabajadores" llenos, y los nuestros, tan libres y espaciosos que podríamos tumbarnos  a escucharlo. Pero en un momento así conviene guardar las formas.
Llegó el alcalde y se sentó en la silla alta, para después gastar la mitad de mi paciencia con algo parecido a la primera oración de la misa, confirmando un montón de leyes.

Pero yo no me vine abajo, traduje todo lo que pude de las primeras frases y cogí cuaderno y lápiz con los que tomaría apuntes. Ojalá hubiera sabido que no me hacía falta.
Mientras llegaban miembros de una empresa en peligro al pleno (y desprendían un tenso silencio), la sala se convirtió en el patio del recreo en pleno verano, y de repente lo comprendí todo: el alcalde era la maestra y los partidos políticos representaban los niños de Primaria.

"Y tú más" fue la frase que resumió el recreo, en el que la profesora sugería una conversación. El niño de la magdalena azul le hacía la pelota y el del bocadillo de chorizo se metía con él...
Niño 1 pegaba a niño 2, pero niño 2 le recordaba aquella paliza que le dio cuando le quitó el bocadillo el niño 1, que a su vez lloriqueaba para recibir el consuelo de la profe, que dirigía una mirada iracunda a niño 2, que pedía ayuda a niño 3 (hasta entonces felizmente ignorado y jugando al pilla-pilla con los demás niños)...

¡Me lo pasé genial! Fue muy divertido y original. Es la mejor obra de teatro gratuita que he visto.

22/8/13

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Pastafarismo

No me he confundido en el título, no es rastafarismo, sino pastafarismo la religión de la que voy a hablar ahora.
¿Por qué tuvo que existir Dios? Nadie lo sabe, y mucho menos el porqué de que fuera igual que nosotros. Al fin y al cabo, ¿qué sabemos de la vida? No sabemos nada. Si Dios fue de carne y hueso con barba blanca y uñas de los dedos de los pies, ¿no es igual de probable que fuera una bola gigante de pasta con albóndigas?
Esto pensó un hombre (con poco que hacer) llamado Bobby Henderson a finales del 2005.

El pastafarismo, o religión del Monstruo de Espagueti Volador es una parodia de religión. Surgió a modo de protesta social en Estados Unidos oponerse  a la difusión de la teoría del diseño inteligente que se permitió como alternativa a la teoría de la evolución.
Henderson remitió una carta abierta al Consejo de Educación de Kansas en la que decía creer en una fuerza sobrenatural que consistía en una enorme bola de espagueti con albóndigas. Pedía que el pastafarismo fuera también enseñado en las clases. Este individuo pidió seriamente que su (aparentemente) absurda teoría, recibiera el mismo trato, y que se enseñara su propia versión del diseño inteligente.
Como sobraban hojas en sucio, Henderson siguió modelando su idea.

Nombre del seguidor: Pastafari.
Nombre del Dios: Monstruo del Espagueti Volador.
Creencia básica: El MEV creó el mundo después de beber mucho. Lo beodo que estaba explica las imperfecciones del mundo.

  • Todo lo que pueda apuntar a que la teoría de la evolución sea real ha sido inventado por el MEV para poner a prueba nuestra fe.
  • El calentamiento global es culpa de la disminución del número de piratas.
  • El MEV guía a los seres humanos con su apéndice tallarinesco.

Realmente preferiría que no
La segunda parodia es de los Diez Mandamientos. Según Henderson en el Evangelio del Monstruo del Espagueti Volador cuando Mosey, el capitán pirata, estaba en la cima del Monte Salsa, recibió diez tablas de piedra del MEV. Este las llamó los “Realmente preferiría que no”. Aunque originalmente había diez, dos se cayeron mientras Mosey bajaba de la montaña.


Estos son algunos:

1. Realmente preferiría que no actuaras como un imbécil santurrón que se cree mejor que los demás cuando describas mi tallarinesca santidad. Si alguien no cree en mí, no pasa nada. En serio, no soy tan vanidoso. Además esto no es sobre ellos así que no cambies de tema.

2. Realmente preferiría que no usases mi existencia como un medio para oprimir, subyugar, castigar, eviscerar, o… ya sabes, ser malo con los demás. Yo no requiero sacrificios, y la pureza es para el agua potable, no para la gente.

3. Realmente preferiría que no juzgases a las personas por su aspecto, o su forma de vestir, o de hablar, o… mira, sólo sé bueno, ¿vale? ¡Ah!, y que te entre en la cabeza: mujer = persona, hombre = persona, Samey = Samey. Ninguno es mejor que el otro, a menos que hablemos de moda claro, lo siento, pero eso se lo dejé a las mujeres y a algunos tipos que conocen la diferencia entre el aguamarina y el fucsia.

5. Realmente preferiría que no desafiaras las ideas fanáticas, misóginas y de odio de otros con el estómago vacío. Come, luego ve tras los malditos.

6. Realmente preferiría que no construyeras iglesias/templos/mezquitas/santuarios multimillonarios a mi tallarinesca santidad cuando el dinero podría ser mejor gastado en (tú eliges):

  • 1. Terminar con la pobreza.
  • 2. Curar enfermedades.
  • 3. Vivir en paz, amar con pasión, y bajar el precio de la televisión por cable.
  • Puedo ser un ser omnipresente de carbohidratos complejos, pero disfruto de las cosas sencillas de la vida. Debo saberlo, para eso YO SOY el creador.

7. Realmente preferiría que no fueras por ahí contándole a la gente que hablo contigo. No eres tan interesante. Madura ya. Te dije que amaras a tu prójimo, ¿no entiendes las indirectas?

La 4 y la 8 las he censurado. No me gustan las palabrotas.
En definitiva: es igual de creíble, ¿no?