días

22/8/13

0

Pastafarismo

No me he confundido en el título, no es rastafarismo, sino pastafarismo la religión de la que voy a hablar ahora.
¿Por qué tuvo que existir Dios? Nadie lo sabe, y mucho menos el porqué de que fuera igual que nosotros. Al fin y al cabo, ¿qué sabemos de la vida? No sabemos nada. Si Dios fue de carne y hueso con barba blanca y uñas de los dedos de los pies, ¿no es igual de probable que fuera una bola gigante de pasta con albóndigas?
Esto pensó un hombre (con poco que hacer) llamado Bobby Henderson a finales del 2005.

El pastafarismo, o religión del Monstruo de Espagueti Volador es una parodia de religión. Surgió a modo de protesta social en Estados Unidos oponerse  a la difusión de la teoría del diseño inteligente que se permitió como alternativa a la teoría de la evolución.
Henderson remitió una carta abierta al Consejo de Educación de Kansas en la que decía creer en una fuerza sobrenatural que consistía en una enorme bola de espagueti con albóndigas. Pedía que el pastafarismo fuera también enseñado en las clases. Este individuo pidió seriamente que su (aparentemente) absurda teoría, recibiera el mismo trato, y que se enseñara su propia versión del diseño inteligente.
Como sobraban hojas en sucio, Henderson siguió modelando su idea.

Nombre del seguidor: Pastafari.
Nombre del Dios: Monstruo del Espagueti Volador.
Creencia básica: El MEV creó el mundo después de beber mucho. Lo beodo que estaba explica las imperfecciones del mundo.

  • Todo lo que pueda apuntar a que la teoría de la evolución sea real ha sido inventado por el MEV para poner a prueba nuestra fe.
  • El calentamiento global es culpa de la disminución del número de piratas.
  • El MEV guía a los seres humanos con su apéndice tallarinesco.

Realmente preferiría que no
La segunda parodia es de los Diez Mandamientos. Según Henderson en el Evangelio del Monstruo del Espagueti Volador cuando Mosey, el capitán pirata, estaba en la cima del Monte Salsa, recibió diez tablas de piedra del MEV. Este las llamó los “Realmente preferiría que no”. Aunque originalmente había diez, dos se cayeron mientras Mosey bajaba de la montaña.


Estos son algunos:

1. Realmente preferiría que no actuaras como un imbécil santurrón que se cree mejor que los demás cuando describas mi tallarinesca santidad. Si alguien no cree en mí, no pasa nada. En serio, no soy tan vanidoso. Además esto no es sobre ellos así que no cambies de tema.

2. Realmente preferiría que no usases mi existencia como un medio para oprimir, subyugar, castigar, eviscerar, o… ya sabes, ser malo con los demás. Yo no requiero sacrificios, y la pureza es para el agua potable, no para la gente.

3. Realmente preferiría que no juzgases a las personas por su aspecto, o su forma de vestir, o de hablar, o… mira, sólo sé bueno, ¿vale? ¡Ah!, y que te entre en la cabeza: mujer = persona, hombre = persona, Samey = Samey. Ninguno es mejor que el otro, a menos que hablemos de moda claro, lo siento, pero eso se lo dejé a las mujeres y a algunos tipos que conocen la diferencia entre el aguamarina y el fucsia.

5. Realmente preferiría que no desafiaras las ideas fanáticas, misóginas y de odio de otros con el estómago vacío. Come, luego ve tras los malditos.

6. Realmente preferiría que no construyeras iglesias/templos/mezquitas/santuarios multimillonarios a mi tallarinesca santidad cuando el dinero podría ser mejor gastado en (tú eliges):

  • 1. Terminar con la pobreza.
  • 2. Curar enfermedades.
  • 3. Vivir en paz, amar con pasión, y bajar el precio de la televisión por cable.
  • Puedo ser un ser omnipresente de carbohidratos complejos, pero disfruto de las cosas sencillas de la vida. Debo saberlo, para eso YO SOY el creador.

7. Realmente preferiría que no fueras por ahí contándole a la gente que hablo contigo. No eres tan interesante. Madura ya. Te dije que amaras a tu prójimo, ¿no entiendes las indirectas?

La 4 y la 8 las he censurado. No me gustan las palabrotas.
En definitiva: es igual de creíble, ¿no?

No hay comentarios: