días

4/7/14

2

Inútil pero molesto

¿Su cargo? Empresario.
¿Su sueldo? El nuestro.
¿Su utilidad? Ninguna.

Así es Rosell, el hombre que atribuye el paro a los caraduras de "amas y amos de casa" que se apuntan a este.
Rosell es un monarca. Papá tenía una empresa y con ello un reino. Rosell le heredó. Ese es todo el trabajo de un hombre que se queja de quienes no pueden trabajar. Para él, dueño y señor de Españistán, son 5 millones de esclavos menos. Y esto es grave, teniendo en cuenta que debe de necesitar al menos dos mayordomos, cuatro guardaespaldas, un chófer y otro de repuesto y demás comodidades burocráticas que él, como un niño grande, tiene desde la cuna. Es por esto que a Rosell le fastidia que el paro aumente y se engañe a sí mismo. "Tranquilo, Rosell. Siempre tendrás el Gobierno de tu parte". Siempre que le haga la pelota, claro (está demostrado que es la forma de triunfar en este país).


Así que Rosell leía el guión donde explicaba resueltamente el por qué del paro. Leía con una neurona y con la otra aguantaba el tipo, por que debería llorar de vergüenza.
Su explicación (bueno, la de los negros que tiene escribiéndole el discurso) es muy simple: cada vez más amos y amas de casa se apuntan al paro, para cobrar el subsidio, como en una fiesta en la que todos quieren participar.
Lo que se le olvida es pensar de dónde han salido tantas personas cuidando casas. Aaamigo. Resulta que antes no estaban ahí, sino trabajando.
Trabajando, que es lo que este hombre no ha hecho en su vida. Vida, que es la que tiene resuelta Rosell. Rosell, que es el tío que se ríe de nosotros.

2 comentarios:

  1. Luego la crisis ha sido por vivir por encima de nuestras posibilidades...

    ResponderEliminar