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5/4/13

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Una flauta en el Mandala




La clase de inglés había terminado, y, tal como había prometido hace varias semanas, y sin el impedimento de la tarea (¡por fin!), acudí. Me adentré en el Barrio Covadonga, torrelaveguense como él solo, y accedí al nuevo local. ¿Puedo hacer publicidad? Hablamos del "Mandala Café Bar"
Me recibieron el olor del café por la noche y dos amigables sonrisas que me invitaron a pasar.
Pedí un café con leche y entré en la otra sala. Esta estaba invadida de cuadros y fotografías. Esperé hojeando una revista y observando la vela que había en mi mesa.
Y alrededor de las ocho y media empezó el ajetreo. Llegaron los músicos.
Una guitarra flamenca. Un cajón flamenco. Una violín. Un cantaor. Un bailaor loco.
Cuando entró gente y el ambiente estaba cargado, empezó a hablar la guitarra, con un llanto rítmico y melodioso. Sonaba como una cascada fina en verano, débil pero con un cauce constante.
Luego un marcado zapateo hizo que vibrara el aire, y entre improvisaciones y vasos de vino medio vacíos, transcurrió el tiempo. Luego me tocó a mí, pero claro, habiendo la competencia que había... poco pude hacer.
Toqué temblando como un papel a pesar de haber dado numerosas audiciones, porque ese público era más directo. Con violín, sin violín, con guitarra, con ambos instrumentos...
Culminé mi momento de protagonismo con un solo de notas sin aire y algún fallo rítmico. Pero no fue tan malo.
El público nos arropó con un cálido aplauso y volví a casa cerca de la medianoche, todavía con notas musicales resonando en mi cabeza.
Y al final, todos lo pasamos bien. Menos una que no apartó la vista de su móvil.
Esa seguro que no se enteró de nada.

5 comentarios:

  1. Bien escrito, me gusta este texto.

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  2. ¿En que parte del Barrio está situado? Me gustaría visitarlo.
    Pd: Me gustan mucho los textos, no dejes de escribir, porfavor.

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    1. Pues está en la Avenida del Besaya, Torrelavega, en la misma calle donde está el Servicio Público de Empleo. Con que preguntes dónde estaba el videoclub que no vendía nada... está a su izquierda.
      Gracias por la PD. Pensaba que estaba decayendo.

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  3. Muy buen texto Miguel, la verdad es que transmite mucho el momento. Tengo la suerte de haber vivido muy buenos momentos en el Mandala improvisando con algunos y viviendo espectáculos en directo con otros tantos que frecuentan el lugar. Sinceramente, creo que es un lugar que consigue liberar la cabeza y hacerte sentir como nunca, una mezcla de arte y cultura, unida al ocio y el placer... A ver si hay suerte y nos encontramos por alli algún dia.
    Pd: Nos vemos en Armonía, tienes a un "percu" esperando para improvisar algo con cajón - flauta! ;)

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