días

31/1/14

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Metafísica circular

Hace unos días mi padre se dio cuenta de algo mientras conducía. Aquí está su testimonio.

"¡Los agujeros negros existen! Lo puedo asegurar con rotundidad.
El otro día circulaba yo por la autovía de Santander-Torrelavega, después de asistir a una sesión de cine en la capital, ya que en nuestra ciudad solo tenemos un triste salón de actos reconvertido para la emisión de películas. Pero no nos desviemos, y menos en la carretera...
El caso es que algo así como por la zona de Barreda empecé a notar una sensación de inquietud, un cosquilleo en la nuca, leve pero insistente, que hacía saltar mi alarma interna. Mi intuición no se equivocaba, ya que al llegar al "Donuts", con salidas a Bilbao, Suances y a la urbe, me vi engullido por la más absoluta oscuridad y negrura. Hube de dar varias vueltas sobre el círculo hasta que mis pupilas se dilataran y me acostumbrase a la penumbra. Cuando esto ocurrió, vi que ¡había luz más allá de la rotonda! Neones brillantes y algunos escaparates me indicaban la dirección a tomar, me sacaron de mi estado catatónico y me llevaron fuera de las oscuras garras de la negrura...
¡A ver si ponemos alguna farola, que nos vamos a matar!"

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